El cerebro triuno II: el cerebro mamifero o emocional

Puede que ya entiendas el porqué de muchas cosas, si has leído con tranquilidad sobre tu cerebro reptiliano y te has atrevido a acercarte a él seguro que ahora has mejorado en tu auto-conocimiento, y eso te ayudará a dominarte cuando sea necesario.

¿Seguimos? 

- Vale, ya sé un poco sobre el cerebro reptiliano, pero me has dicho que tenemos dos más…

- Exacto, por encima de este, recubriendo, abrazándolo y protegiéndolo encontramos todas nuestras emociones, en el cerebro mamífero… pero estas emociones están revueltas, porque la forma y el orden lo aportará nuestro tercer cerebro, el racional, vamos, nuestro cerebro humano.

- Vale, este es el que yo conocía, el de pensar, ¿no?

- Si, este será el filtro final que dará forma a nuestra forma de aprender, de comportarnos, de comunicarnos, de sentir las emociones vinculadas a los acontecimientos y por supuesto de pensar.  

- Aunque todos tenemos “este cerebro”, no todos pensamos igual, ni nos comportamos igual, ¿de qué depende?

- Exacto, y menos mal. Son nuestras experiencias, el entorno familiar y social, las condiciones de vida, la salud y la educación las cosas que van perfilando nuestro cerebro racional desde pequeñitos. Desde que llegamos al mundo.

- Desde que nacemos hasta… ¿Cuándo?

- Hasta siempre. Sabemos desde hace tiempo que nuestro cerebro es plástico, y eso no significa que tenga inscrito Made in china, sino que se adapta, cambia, aprende… continuamente.

Entender este proceso gradual del desarrollo cerebral es esencial para replantear nuevas propuestas curriculares y el estilo de disciplina que funcionará.


- Vale, entonces, me has dicho que los primeros años de vida estamos dominados por el cerebro reptiliano, que llora para sobrevivir.

- Muy bien, si. Todo el movimiento, la impulsividad, las ganas de exploración, la etapa de los porqués, la reactividad, el juego, también la falta de control emocional, entre otras cosas, son características esenciales de la primera infancia, dirigidos desde ese primer cerebro reptiliano. Y todo esto se va encauzando a medida que las zonas corticales, y principalmente la corteza prefrontal, van limitando la acción de las zonas subcorticales.



- Pero, y en los otros “dos cerebros” ¿no hay nada?

- Esto es muy interesante. Se ha descubierto que es antes del nacimiento cuando se forma el circuito que controla las emociones básicas en esta zona subcortical, en este cerebro emocional.

- ¿Las emociones básicas cuales son?

-  Según Ekman, eran: la tristeza, la felicidad, el miedo, la ira, la sorpresa y el asco. Aunque actualmente también se habla de 4, uniendo el miedo y la sorpresa en una sola, y la ira y el asco en otra.

- Prefiero las 6 de Ekman.

-Yo también, pero de eso podemos hablar en otro momento.

-Vale, entonces en el cerebro emocional si que hay algo nada más nacer…

- Si, es en el tercer trimestre de embarazo cuando se inicia la maduración de la corteza parietal del  hemisferio derecho, la encargada de la decodificación de la información emocional proveniente de los rostros ¿Has oído hablar de las neuronas espejo? Pues viven allí.

- Algo sé, son una clase de neuronas que activan el aprendizaje por imitación.

- Si, pero no estamos dispuestos a imitar a cualquiera, éstas actuarán sobre todo si es una persona  con la que tenemos un vínculo afectivo. Estas neuronas son elementales para desarrollar aspectos sociales como la conexión y la empatía. Por eso es tan importante desarrollar una relación afectiva con los alumnos, los hijos, el vecindario… lo afectivo es efectivo.

- Entonces, los bebés perciben si estamos calmados o nerviosos, contentos o tristes… ¿y nos imitan?

- Si, esas emociones son contagiosas, al final, ellos son como “nuestro espejo”. Debemos tener cuidado con lo que queremos reflejar…

- Vaya responsabilidad…

- Desde luego. Y no solo eso, es también en el tercer trimestre cuando se inicia la maduración de la corteza temporal superficial del hemisferio derecho, que es la encargada de decodificar el contenido emocional de la voz, nuestro tono, el ritmo, la melodía, la frecuencia...

- Entones nacemos con un cerebro preparado para entender las emociones de los que nos rodean e ir aprendido de ellas…


- Si, un cerebro dotado para la conexión emocional y la supervivencia. Pero todavía no somos capaces de controlar esas emociones, de pensarlas ni racionalizarlas.

- Para eso está el tercer cerebro…


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